Clases de Shabat
Halajot
semanales sobre Shabat
Número
106
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¿Se
permite que un goy prenda el aire acondicionado en Shabat ?
Vimos ya que la mejor decisión, es la de prohibir que un gentil prenda
las luces, etc., a pesar que de acuerdo a varios Poskím habría
"hetér " para hacerlo.
Es preferible que el aire acondicionado sea conectado a un reloj automático,
el cual será programado para prenderlo y apagarlo. La pregunta sigue
estando vigente, cuando NO se dispone de un reloj automático, o por algún
motivo, éste no funciona, y el equipo no pudo ser prendido.
El Mejaber determina, que en los países fríos, se permite
solicitar a un goy que encienda la calefacción para los niños,
y si el tiempo fuera severo - al hacer mucho frío, también estaría
permitido pedirle que la prenda para los adultos.
La razón de éste "hetér ", se debe a que
el frío puede enfermar a la gente, y tratándose de la posibilidad
de enfermarse, se concluye conque se podría incluso pedirle al goy
que desobedezca un Isúr DeOraita.
¿Podemos comparar un fuerte frío con
un intenso calor?
En tanto uno pueda enfermarse también como consecuencia de
un intenso calor, ambos estados del tiempo son comparables, pero si el calor
sólo causara incomodidad, no podemos equipararlos.
En otras palabras, si el calor molestara a una persona, hasta ocasionarle que
quede de cama, o se deshidrate, o bien si se tratara de gente mayor o mujeres
embarazadas, a quienes el calor les afectaría, podría pedírsele
a un gentil que prenda el ventilador o el aire acondicionado.
Si solamente provocase incomodidad y cansancio, NO se puede pedirle que lo haga.
¿Cuál es el motivo de esta restricción?
El Jazón Ish ztz"l, dictaminó que
cerrar un circuito eléctrico, involucra el "Isúr DeOraita"
correspondiente a la tarea de "Boné"- Construir, y en
consecuencia, prender el ventilador o el aire acondicionado, implica violar
un Isúr DeOraita.
La Halajá establece, que sólo en caso de enfermedad, se
puede solicitar a un gentil que desobedezca un Isúr DeOraita.
¿Hay alguna diferencia si se trata de la Sinagoga
o de una necesidad personal?
Cuando la cuestión envuelve al público en general,
como por ejemplo en la Sinagoga, un salón o comedor, habría más
lugar para ser flexible, pero lo correcto es consultarlo con una Autoridad
halájica competente [1].
Consideremos el caso en el que un gentil se hubiera equivocado al sacar el "jamín"(chunt)
del horno, y hubiera apagado el gas el viernes a la noche. Luego de darse cuenta
que la comida era para la mañana siguiente, prendió el fuego,
y puso la comida de vuelta. ¿Se puede comerla?
El problema es que el gentil violó aquí un "Isúr
DeOraita" en beneficio del Judío, aparte del problema adicional
de "Jazará", vale decir "retornar" la comida
al fuego en Shabat.
El Elia Raba se refiere al caso donde un goy quiso mejorar la
intensidad de la luz que emanaba de una lámpara (lo que en determinados
casos está permitido), y distraídamente la apagó.
Luego la reencendió, y surgió entonces la pregunta acerca de si
un Judío puede favorecerse con la luz de esta lámpara.
El Elia Raba lo decidió, estableciendo que uno puede beneficiarse,
porque se considera que el gentil la volvió a prender para si mismo,
o sea para compensar el error cometido al apagarla.
La Halajá fija, que cuando sabemos que un gentil prende la luz
para su propio beneficio, un Judío puede entonces favorecerse de esa
acción.
Por consiguiente, cuando el goy cometió el error de sacar la comida
del fuego y apagarlo, cuando NO debía hacerlo, lo consideramos como que
el reencendido del fuego, y el hecho de retornar la comida, fueron hechos para
favorecerse a si mismo, al reparar su propia equivocación, por lo que
se permite consumir esa comida.
Vale decir, el Judío NO precisaba que el gentil cometa el Isúr,
si no hubiera sido por el error cometido.
1Se
basa en lo escrito por el "Baal Haitúr", mencionado por el Rama en el Simán
276:2. La Mishná Berurá lo descarta, salvo en el caso de que el gentil tenga
que reparar el "Erúv", sin el cual muchos judíos transportarían/llevarían objetos,
en contravención a lo fijado por la Halajá.
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